Ocho de junio. Vigésimo novena de feria. Tres cuartos de entrada en tarde bochornosa.
Toros de Alcurrucen y el primero de El Cortijillo, monta tanto. Bien presentados, cambiantes durante la lidia, mansearon en varas. Tercero y cuarto los mejores para el tercio final. Dieron juego.
Saludaron Miguel Martín y Fernando Sánchez, en el segundo, por su labor en banderillas.
La que se lió en el tercero, por un quítame allá una oreja. El presidente se llevó una bronca de órdago, el diestro se dio dos vueltas al ruedo, una parte del respetable, le pegó una ovación por no darla, la oreja. En fin, muy Madrid. Luego en el sexto, otra petición mayoritaria le obligó a concederla, y la bronca entonces vino de quien le había aplaudido por denegar la segunda. Un galimatías.
Tuvo el triunfador dos toros muy diferentes, que coincidieron en su mansedumbre con los caballos. El tercero salió frenandose y huyó al sentir el hierro, tanto en el de puerta como en el de tanda. Sacó a los medios a "Licenciado" con unos muletazos por bajo, flexionando la rodilla, que tuvieron calidad y enjundia. Buenos muletazos por ambos manos, pecando en algunas fases de toreo muy en linea. Acabó como empezó, por bajo. Estocada, y el toro se fue a morir a los medios, en una lucha de bravo.
Al sexto, le hizo una faena valiente, tragando le sacó algunos lances. fue manso y hubo que cambiarle los terrenos en la suerte de varas. Con peligro en banderillas, esperando y echando la cara arriba, que bien Jarocho, llegó a la franela con la sensación de miedo en los tendidos, por las cambiantes embestidas. Aguanto los arreones, y se le fue la mano en la suerte suprema. Petición, oreja y puerta grande.
El Cid saludó desde el tercio en el cuarto y fue silenciado en el que abría plaza. Llegó este con pies al tercio de banderillas, y se le vio desconfiado. Y en el cuarto, que brindó al público, le dio una aceptable serie con la derecha, al comienzo de la faena, y luego se fue diluyendo, en el momento que acortó las distancias. Estocada trasera y tendida y el toro se fue a doblar a chiqueros. Saludó una ovacion desde el tercio.
Mal, sin contemplaciones estuvo Adame, siempre fuera, abusando del pico, y matando muy mal a los que le tocaron en sorteo. Fue pitado.
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