viernes, 9 de junio de 2017

Las vacas de Adolfo, saltaron la pared.

Nueve de junio.Tarde nublada, rozando el lleno y mucho calor. Se guardó un minuto de silencio por la muerte de Ignacio Echevarría, en los atentados de Londres
Toros de Adolfo Martín, bien presentados, descastados y mansos. No hubo que esperar mucho para ver como se iba a desarrollar la corrida. Al segundo lance, del toro que abrió plaza, Ferrera se encontró con la taleguilla rota, de un pitonazo. Le sacó con lances bajandole el capote, a los medios. Tardeó y salió suelto en el caballo y llegó a la muleta con cortas embestidas y sin humillar. Metisaca y trasera. En el cuarto, precioso ejemplar, que salió distraído, derribó en la primera vara, y en banderillas, dió la sensación de que aquello no iba con el. Tras recorrer todo el anillo, detrás de el manso, empezó en el diez y acabó en el diez, arrancandole algunos muletazos, sobre todo en el cinco, estuvo mal con los aceros, y oyó dos avisos. Saludó una ovación. Banderilleó en compañia de Escribano primero y tercero. Saludó una ovación
Juan Bautista, se encontró, con el menos malo de la corrida y con un inválido. Estuvo frio en su primero y alargó la faena en el quinto, que se fue por los suelos. Técnicamente correcto, mató mal a su primero. Y con el quinto, ya se sabe lo difícil que es tratar de dar  pases en Madrid a un inválido.
Escribano, puso un par arriesgadísimo en el sexto, se cruzó con dos enemigos distraídos, saliendo con la cara arriba, faltándoles codicia y casta para seguir los engaños. Al sexto le dió muletazos con la izquierda de uno en uno. Al tercero, le pegó un bajonazo trasero. Y los tendidos se fueron vaciando con el run run del fracaso del ganadero.




No hay comentarios:

Publicar un comentario