Castella a hombros

Así de felíz salía Castella por sexta vez por esa puerta. Toreó muy bien con la muleta, en dos series bien diferenciadas. En la primera parte mas bien tirando a vulgar y en la segunda cuando se echó la muleta a la izquierda, con mas calidad  Al público lo que mas le pone es ver que el toro se mueva, que enseñe la casta, que repita y con ese movimiento meter en el mismo cesto la calidad de unos muletazos y otros. Y lo que no tiene cuenta ese público, es lo que ha pasado antes de llegar a lo que parece el único objetivo; pedir orejas. Y en ese pedir orejas va incluido todo el lote. Desde que el toro sale por chiqueros hasta que dobla. No es la faena de muleta lo único valorable, ya que antes se pasa por los lances de recibo, la desaparecida suerte de varas ("Rociero" apenas se picó), el tercio de banderillas. Pero está claro, que esa batalla se ha perdido y que si el torito se mueve y el diestro le liga los muletazos, ahí tenemos a D. Eutimio tirando de pañuelo.