Solo hacen cincuenta y ocho años de este festejo ( la becerrada de la Fraternal y La Viña) o sea el gremio de taberneros. Era una cosa normal que profesionales y sociedades de obreros, (zapateros, ferroviarios, sindicatos etc.) con el fin de aumentar los ingresos, organizaran este tipo de becerradas
Y ahora que han aparecido estas entradas, me viene a la cabeza la movida que se preparaba en mi casa para acudir a Las Ventas a horas tan tempranas y con el desayuno o almuerzo que previamente había preparado mi madre. También me viene a la mente el calor que solíamos pasar, sobre todo en la postrimerías del festejo y lo bien que lo pasábamos.
En la calle Narváez tenía una tía abuela (la Tía Tomasa) una taberna, que a día de hoy es una joyería y que siempre nos proporcionaba las entradas para la becerrada. ¿ cuántos individuos como yo mismo cogerían una porción de afición en aquellos espectáculos?
Por la tarde, aquel día con novillos de Zaballos, alternaron García Montes, El Paquiro y Manuel Linares, que se presentaba, fue cogido y cortó una oreja.
Y hacía poco menos de un mes que Antoñete y el toro blanco se habían conocido.