La mansada fue de aúpa

Tres de junio. Vigesimo septima de feria. Casi lleno en tarde agradable.

Toros de Miura, con una presentación al límite. Salvo el sexto, el resto fue protestado al saltar al ruedo. Mansos y descastados. El sexto saltó la barrera como si nada y el tercero la rompió junto al burladero del siete. Al lote de Rafaelillo, le pegaron los picadores sin mesura ninguna.

Lo mas potable de la corrida, se dio en el segundo, el mas noblón de la tarde, aunque se salía de la muleta al acabar el muletazo. Brindó al publico Moral, y comenzó bien la faena que tuvo el culmen en una serie con la izquierda, con dos naturales muy lentos y limpios. Luego, un pinchazo, una atravesada, el toro dio la vuelta junto a las tablas, llego el aviso y cuatro descabellos. Saludó. Abrevió en el quinto, un toro que no tenía un pase, y con la cabeza como una devanadera.

Rafaelillo, dio el mitín con la espada en el primero, que le cogió de muy fea manera en el primer intento que hizo guardia. Despues un montón de descabellos y un aviso. Y el cuarto, que brindó al público, llegó a la muleta sin ningun recorrido y con peligro. Le pitaron.

Y Román tambien esta para entrenar en el carretón. Yéndose descaradamente de la suerte dejó hecho un acerico al imposible tercero que le puso los pitones en la cara varias veces. y al sexto le arreó un golletazo, despues de ligarle una serie muy electrica. Valiente, tampoco tuvo un lote como para ponerse fino. La corrida, no dió ninguna facilidad a los toreros