lunes, 4 de junio de 2018

La tarde del manso de Saltilllo

Cuatro de junio.Vigésimo octava de feria. Media entrada, la peor del serial. Nublado con algo de viento. Toros de Saltillo, bien presentados, de preciosa lámina pero mansos, descastados y dificiles. Ni el primero, al que se dió la vuelta al ruedo, cosas del presidente, cumplió. Muy mal picados, les dieron fuerte, Mucho y mal. Todos persiguieron en banderillas.
Octavio Chacón, Esaú Fernández y Sebastián Ritter, pecharon con un corrida, que tuvo en ascuas a los aficionados de principio a fin.
Cuando Sabina escribió la canción, "De purisima y oro", uno de sus versos decía, de la tarde del manso de Saltillo. ¡Que corto se quedó! Si hoy hubiese estado en Las Ventas, seguro que cambia la letra. Tras tardes de ver el toro tonto, que se deja hacer lo que el diestro de turno quiera, se podría decir que hoy vimos otro espectáculo. Gritos, miedos, chillidos, taparse la cara y la forma de ver la corrida con esa tensión y emoción que siempre debería de reinar en este espectáculo. Ideal sería que el ganado fuese mas noble y toreable, pero acabar a las nueve y media y que no se moviera una mosca quiere decir algo. 
Chacón, en torero toda la tarde, bien colocado, llevando la lidia con afición y conocimiento, luciendo al toro, quizás en demasía. Lo pudo comprobar mas tarde. Le falló la cuenta de resultados, cuando la merecida oreja, pedida por la gran mayoría la cambió el inepto Sr. Parro por la vuelta al ruedo al toro. Este mismo presidente, tiró los pañuelos para conceder las orejas hace pocos días. Poca sensibilidad y menos de aficionado. A este primero, lidiado con medida y soltura, lo toreó muy bien con el capote, quitó por delantales y con la muleta sacó tandas limpias y ligadas. Por el pitón izquierdo no tenía un pase. Una trasera y tendida, con un aviso, precedió a una vuelta al ruedo, con la unanimidad de todos los tendidos. Al retirarse al callejón, la bronca al presidente fue de órdago. Que castigo tenemos con el palco esta feria. El cuarto fue una alimaña. Lo mas destacable, aparte de la torería del matador, estuvo en su banderillero Vicente Ruiz ¡Que dos pares! Se la jugó sin cuento y saludó.
El sevillano Esaú, fue silenciado en el segundo y pitado en el quinto, por el mal uso del estoque, siendo avisado por partida doble. Le vino grande la dura corrida, como le hubiera venido igual a mas de uno del escalafón en el que se incluyen las figuras.
Y Ritter estuvo hecho un tio, ante el lote mas difícil, del difícil encierrro.
No tuvieron un pase, sobre todo el sexto que le puso en apuros y llegó a cogerle con mucha suerte para su integridad. Al tercero por bajo, le dio muletazos tragando todo, hasta que se fue al bulto. Rajose y marchó a chiqueros, para doblar en el cuatro.
Ninguno iba de purisima y oro, pero a niguno de los tres se les puede pedir mas. Toreros.    

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