martes, 5 de junio de 2018

Para olvidar

Cinco de junio. Vigésimo novena de feria. Algo mas de media entrada en tarde nublada y fresca.
Toros de José Escolar, presentados con justeza, nobles y que no hicieron ruido. 
Rafaelillo, Robleño y Bolívar, fue la veterana terna encargada de despacharla.
La corrida despertó a las nueve, cuando apareció el sexto, el mejor presentado de lo que salió por chiqueros. Noble y repetidor en los lances de recibo, con un buen Bolívar. El piquero, estuvo fatal. En la primera entrada se salió de la silla sin caerse, en el segundo le quitó la vara y por fin en la tercera logro su objetivo. El segundo tercio estuvo impregnado de torería por los tres banderilleros. En la brega El Jeringa, y con los palos Martín y Sánchez. Este debió compartir sus saludos con los tres. Brindó al publico,  y comenzó una faena, ante un silencio expectante, que no llegó a la calidad del toro. Sacó dos naturales sueltos aplaudidos, pero el resto estuvo ayuno de mando. Por el pitón derecho no tenía nada. Se tiró a matar, en el sentido mas literal de la palabra, dejando la muleta por los aires y cobrando una estocada, que necesito del verduguillo siendo avisado por dos veces. Y con
el tercero fue silenciado. El toro, el mas flojo de la corrida, perdió las manos en varios pasajes de la faena.
Robleño se topó con el quinto, el mas difícil, miron y sin recorrido. Sacó alguno suelto de calidad en el segundo, muy noble, y tras una desprendida saludó. Abrió cartel Rafaelillo, que estuvo desconfiado. El  comienzo de faena al primero, con muletazos por bajo fue de lo poco destacable, que dejó el murciano en el dia de hoy.   

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