2 de junio. Vigésimo cuarta y última de feria. Por fin,¡una corrida de toros!

Lleno en los tendidos. Sol y calor, con un vientecillo que agitaba las banderas.
Toros de Cuadri, de excelente presentación y variado juego. Dieron a la tarde, la verdad, que siempre debería de haber en un ruedo. Los hubo difíciles, ¿Quien dijo que esto era fácil? No se cayó ninguno, los picadores, por fin, trabajaron, alguno con exceso y mal, la emoción estuvo flotando en la plaza ¿no es, sino la emoción, el principal motor de esta fiesta? Valoremos al torero, en función del toro, y a partir de esta premisa, nuestro aplauso a los tres matadores, que hoy hicieron el paseíllo. Cierto que a alguno de ellos, se les podría poner peros a su actuación. Entonces, a los que vinieron con corridas remendadas, y llevan el marchamo de figuras, les podríamos poner los mismos peros. Y más, ya que no han visto un toro en muchas temporadas. En absoluto, fue una corrida triunfal, el triunfo fue de la fiesta, de la verdad.
Salieron muy parados los del lote “El Fundi”. Al cuarto le dieron leña los piqueros, mas que a muchas corridas lidiadas en esta misma feria. Llegó aplomado a la muleta, y le despenó de un bajonazo descarado, descabellando en los medios. Al primero, tras un pinchazo, le dio una media en todo lo alto, con una muerte espectacular. Fandiño dio una vuelta en el segundo con mas sabor, que muchas de las orejas cortadas en esta feria. Puso de largo al toro en el caballo, y cuando cogió la muleta se fue sin probaturas a terrenos del seis, donde menos soplaba, para darle dos tandas de derechazos tragando, y luego sobre la izquierda sacar algún natural de nota. Tuvo intermitencias la faena, y se entregó en la estocada, que quedó arriba aunque un poco tendida, por lo que recibió un aviso. Petición y una vuelta de las de antes. En el quinto, al que también quiso lucir en el caballo, y se quedó sin picar, le banderilleó bien Pedro Lara, que saludó. Brindó al público, y se fue a los medios dando dos tandas con la diestra de calidad y gran valor. Con la izquierda, bajó de tono al sufrir enganchones. Tirándose con verdad cobro una estocada algo caída y trasera. Esta vez el presidente si concedió la oreja, con alguna disidencia. Que se la hubiesen guardado para otros, la disidencia, me refiero. Ovación desmesurada para el toro en el arrastre. Alberto Aguilar, salvó el pellejo en su primero, que tuvo una mentirosa pelea en varas. Se arrancó de largo en la primera, derribando, peleó de bravo en la segunda, aunque al salir hizo amago de rajarse y en la tercera rehusó. Se dolió en el tercer par de banderillas. Valiente, se fue al cinco y allí fue como un pelele en las astas del toro, luego media saliendo entrampillado, y doblando el toro en la puerta de arrastre. El sexto, cara arriba, poco recorrido, pésimamente picado. Mató a la última. ¡Qué gran corrida de toros!
Gracias, Cuadri.
Lleno en los tendidos. Sol y calor, con un vientecillo que agitaba las banderas.
Toros de Cuadri, de excelente presentación y variado juego. Dieron a la tarde, la verdad, que siempre debería de haber en un ruedo. Los hubo difíciles, ¿Quien dijo que esto era fácil? No se cayó ninguno, los picadores, por fin, trabajaron, alguno con exceso y mal, la emoción estuvo flotando en la plaza ¿no es, sino la emoción, el principal motor de esta fiesta? Valoremos al torero, en función del toro, y a partir de esta premisa, nuestro aplauso a los tres matadores, que hoy hicieron el paseíllo. Cierto que a alguno de ellos, se les podría poner peros a su actuación. Entonces, a los que vinieron con corridas remendadas, y llevan el marchamo de figuras, les podríamos poner los mismos peros. Y más, ya que no han visto un toro en muchas temporadas. En absoluto, fue una corrida triunfal, el triunfo fue de la fiesta, de la verdad.
Salieron muy parados los del lote “El Fundi”. Al cuarto le dieron leña los piqueros, mas que a muchas corridas lidiadas en esta misma feria. Llegó aplomado a la muleta, y le despenó de un bajonazo descarado, descabellando en los medios. Al primero, tras un pinchazo, le dio una media en todo lo alto, con una muerte espectacular. Fandiño dio una vuelta en el segundo con mas sabor, que muchas de las orejas cortadas en esta feria. Puso de largo al toro en el caballo, y cuando cogió la muleta se fue sin probaturas a terrenos del seis, donde menos soplaba, para darle dos tandas de derechazos tragando, y luego sobre la izquierda sacar algún natural de nota. Tuvo intermitencias la faena, y se entregó en la estocada, que quedó arriba aunque un poco tendida, por lo que recibió un aviso. Petición y una vuelta de las de antes. En el quinto, al que también quiso lucir en el caballo, y se quedó sin picar, le banderilleó bien Pedro Lara, que saludó. Brindó al público, y se fue a los medios dando dos tandas con la diestra de calidad y gran valor. Con la izquierda, bajó de tono al sufrir enganchones. Tirándose con verdad cobro una estocada algo caída y trasera. Esta vez el presidente si concedió la oreja, con alguna disidencia. Que se la hubiesen guardado para otros, la disidencia, me refiero. Ovación desmesurada para el toro en el arrastre. Alberto Aguilar, salvó el pellejo en su primero, que tuvo una mentirosa pelea en varas. Se arrancó de largo en la primera, derribando, peleó de bravo en la segunda, aunque al salir hizo amago de rajarse y en la tercera rehusó. Se dolió en el tercer par de banderillas. Valiente, se fue al cinco y allí fue como un pelele en las astas del toro, luego media saliendo entrampillado, y doblando el toro en la puerta de arrastre. El sexto, cara arriba, poco recorrido, pésimamente picado. Mató a la última. ¡Qué gran corrida de toros!
Gracias, Cuadri.