miércoles, 20 de mayo de 2015

Decíamos ayer

Corrida de la Prensa.  Veinte de mayo. Sol , viento fuerte y dos tercios de entrada. Fría tarde en lo meteorológico, y en lo artístico. Juan Carlos I recibió el brindis de los espadas en la primera parte de la corrida. 
Toros de Jandilla, el primero y segundo con el hierro de Vegahermosa. Muy flojos los tres primeros, llegaron sin un hálito de vida al último tercio. Correctamente presentados, sin excesos, se salvó el cuarto, por sus bravuconas embestidas a la muleta de Abellán. Y no por su juego en el caballo, como todos los demás. La corrida apenas se picó.
Dos destellos tuvo, si se puede decir así, el festejo de la prensa. Todo lo demás fue para olvidar. En el cuarto, cuando nadie esperaba nada, tras la porta gayola de Abellán, y los lances con que se lo sacó a los medios, el quite de Fandi, el de Usera se lo llevó al seis y sufrió un desarme nada mas comenzar el trasteo. Pero luego arrancó a embestir en cuatro series con prontitud y transmisión. Aguantó Abellan y sacó algunos muletazos basados en el aguante. Estocada caída con vómito y saludó desde el tercio. Pudo haber dado la vuelta al ruedo.
El otro chispazo surgió en el sexto, cuando cogió Escribano la muleta, y le bajó la mano, cruzado y en el sitio, tambien en terrenos del cinco. Toreado le llevó en varios muletazos hasta que se le sacó a los medios para estoquearle, y recibió la ovacion de los que quedaban en la plaza.   
El Fandi, banderilleó con profusión, hizo lo suyo y se fue junto a sus compañeros de terna. Si ayer hablabamos de pasar página, y hacíamos alusión al efecto del viento, hoy podríamos repetirlo sin ningún rubor. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario