viernes, 12 de mayo de 2017

Carne para buitres

Doce de mayo. Segunda de feria. Algo mas de media entrada en tarde desapacible y con frio en los tendidos al acabar el festejo.
Seis toros de El Ventorrillo, descastados, mansos, a su bola, sin la menor gota de sangre brava en sus venas. Bien presentados, sin exageraciones de peso. Se aplaudió, incomprensiblemente, al bravucon y mentiroso quinto, por sus arrancadas de largo. El resto fue pitado en el arrastre. Todos se dolieron en banderillas.
Ni un pero, a la labor de los espadas. Si acaso al mal uso de los aceros que hizo Eugenio de Mora en el que abría plaza. Escuchó  dos avisos. Y con el cuarto poco pudo hacer, salvo despacharle de una estocada baja. Román, que entró en quites, estuvo valiente en el comienzo de la faena al sexto. Planta quieta, estatuarios, revolcón y luego enganchones por alargar la faena a un toro que no valía un duro. Oyó un aviso.
Morenito de Aranda, bien con el capote en sus dos toros,saludó una ovacion desde el tercio en su primero, por una labor pulcra con algun muletazo estimable, pero también con enganchones. Fue avisado. En el quinto, el único toreable del mal encierro, cortó una oreja, algo protestada, tras pinchazo y una estocada en la suerte contraria. Faena sobre ambas manos, ligando pero en series muy cortas, debido a que el toro, que se arrancaba de largo, a partir del tercer muletazo de la serie se quedaba debajo y se defendía. Saludaron los banderilleros del de Aranda. Jarocho, Zamorano y Mellinas. 

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