El espectáculo del futuro

Veinticuatro de mayo. Décimo tercera de feria. Sol, calor, se puso el "No hay billetes". Tardaron en salir los diestros un par de minutos, teniendo que esperarles los alguacilillos. Bastantes pancartas en el siete y otras zonas de la plaza, pidiendo toro.
Toros de Núñez del Cuvillo, con las fuerzas justas, presentados tres y tres, nobles y dulces en las muletas. Salvo el sexto, el resto se fueron sin picar, en un simulacro de suerte de varas.
Talavante saludó en el segundo y cortó una oreja en el quinto, que le cogió. La sangre manchó la pantorrilla del torero, que aguantó hasta el final. Recogió la oreja y se fue por su propio pie a la enfermeria. Tuvo una actuacion completa, el extremeño, toreando por ambas manos con ligazon elegancia, muy plastico, pero daba la impresión desde arriba, que andaba a gorrazos, con una suficiencia insultante ante el nobilisimo segundo. Los mas veteranos nos acordabamos de los guirlaches de Paco Galache. Faltó emoción. De una estocada le dejo para las mulillas, saludando desde el tercio. Al quinto le enjaretó unos naturales de primor y cuando le pasaba con la derecha se le venció volteándole y empitonándole. De una estocada baja al encuentro acabo con "Nenito".
Juan Bautista hizo dos largas faenas. Con mas belleza, ligazón y temple la del salinero primero, un toro noble de dulcísima embestida. El cuarto, protestadísimo, se quedó sin picar, se cayó en el quite de Talavante. ¡Toro, toro! y palmas de tango le acompañaron durante la faena que fue larga también. División al saludar tras una estocada baja algo delantera.
Roca Rey pegó un sartenazo de aúpa al tercero, al que para empezar la faena le dio unos muletazos por alto a pies juntos, y para acabar unas bernadinas. Brindó al público el sexto, que se invalidó, ¿descordado? ,teniendo que entrar a matar, cosa que hizo de una estocada.
Se vio torear, hubo belleza en la plaza, pero faltó casta en el toro, y como consecuencia no hubo emoción. Es el toro que buscan los toreros, y se impondrá.