jueves, 11 de mayo de 2017

Frio principio

Once de mayo. Primera de feria. Media entrada en tarde desapacible. Llovió con fuerza un cuarto de hora antes del comienzo del festejo.
Toros de La Quinta, de correcta presentación y complicados. Mansos y descastados, se aplaudió al quinto de manera incomprensible en su arrastre. En los de aúpa, destacó Agustín Romero, picando al tercero. Por el percance de Galván, Aguilar mató primero, segundo y cuarto, y Jiménez tercero, quinto y sexto. César Puerto y Algabeño pusieron dos pares estimables en tarde de pocas alegrías en este tercio. En general, las lidias no estuvieron acorde con lo que el ganado demandaba.
Javier Jiménez, hizo lo mas destacable, ante un toro con imposible pitón derecho. Toda la faena al quinto se basó en la mano izquierda, como no podía ser de otra manera, sacando algún natural jaleado de buena factura. Mató de una trasera tendida y saludó desde el tercio. En el peligroso sexto dió un sainete con las armas toricidas, escuchando dos avisos. Y en el tercero, algo parecido, pero solo fue avisado una vez.
Galván, que mala suerte tiene en Madrid, se dejó sin picar al segundo y lo pagó luego con una voltereta que le llevó a la enfermería para no volver.
Aguilar, como Jiménez, no vio la muerte, en ninguno de sus toros, ni en el que mató por Galván. Le avisaron en el primero y en el cuarto.
Poco mas de si dio la primera tarde de la feria, con un cielo gris, y un ambiente desapacible.

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