martes, 6 de junio de 2017

De todo hubo

Seis de junio. Vigésimo sexta de feria. Sol, calor y "no hay billetes" en las taquillas.
Toros de Victorino Martín, desigualmente presentados y de variado juego. El segundo de nobleza extraordinaria, y muy protestado por su presencia, así como el quinto. ¿Como enlotaron ayer? El lote de Urdiales el que menos posibilidades de lucimiento tuvo y un tercero muy bravo, al que se pidió la vuelta al ruedo. Estaba Cano en la presidencia, y no se suele caracterizar por ensalzar la bravura de una res. El cuarto, tomó tres varas, arrancándose de largo y haciendo ver lo que luego no fue. Sexto con peligro y feo, y el segundo de Talavante, se quedó sin ver en la muleta.
Tres orejas ha cortado el extremeño en esta feria ante tres encastes distintos. La faena al segundo de Victorino, tuvo pasajes de buen toreo, sobre ambos pitones. Con temple, llevándole muy toreado. Lanceó bien en los de recibo, y cumplió el toro en el caballo. Trasera desprendida y descabello le llevaron la oreja, protestada por la poca presencia de "Murmullo". Y el quinto, muy mal picado, distraído, y que puso en apuros a Trujillo en la brega, no le dió las opciones del otro, pero se conformó con tirar lineas y abreviar la faena. Mató mal y fue pitado. 
Urdiales, tuvo el peor lote, sobre todo el que abría plaza, que hizo de todo con las poc
as fuerzas que tenía. Andarín, cara arriba, distraido, una joya. Además le mato mal y escucho una bronca. Al cuarto, que en los lances de recibo se quedaba debajo del capote, que en la primera vara se quería quitar el palo y pegaba en el estribo, le puso de largo y el toro se arrancó por dos veces, como si fuese bravo de verdad. Se agradeció ver ese tercio de varas. Manuel Burgos fue muy aplaudido, rara avis.Comenzo la faena por bajo y ya se vió lo que tenía el Victorino, mejor dicho lo que no tenía, bravura. Algun muletazo suelto de buena factura. Pinchazo y estocada.
Ureña, estuvo valiente y entregado toda la tarde. Dió una merecida vuelta al ruedo, por su labor, no coronada con los aceros, en el tercero, uno de los toros de la feria, y se la jugó sin cuento en el que cerraba plaza. Su cuadrilla dió un verdadero mitin con los palitroques. Con el tercero fue de menos a mas hasta que le pudo someter bajándole mucho la muleta, y haciéndose con el por los dos pitones. Fue avisado dos veces, ya que la estocada tendida no hizo mella y necesitó de tres descabellos. Que duro fue este "Pastelero"
Por dos veces, en el quinto y en el sexto, sacaron el estoque del morrillo de los toros, desde el burladero. Estamos en Madrid, señores, y no en una plaza de carros. Algo tendrá que decir la autoridad.



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