Once de junio. Ültima corrida de feria. Casi lleno en los tendidos, en tarde de calor axfisiante.
Rafaelillo se encontró con el primero, que se cayó como el resto de sus hermanos. Tuvo nobleza, soseria y aburrió a la parroquia, que bastante tenía con aguantar el insoportable calor que asoló Madrid en el dia de hoy. Al cuarto, le recibió de buenas maneras. le brindó al respetable y como premio se llevo un tornillazo, que le hizo pasar a la enfermería tras acabar con el bicho. Saludó desde el tercio. Dávila Miura, salió a saludar tras acabar el paseillo y quiso compartir los aplausos con sus compañeros. Y allí se acabó su dicha. No pudo con ninguno de los dos sobreros, que le cayeron y pasó con mas pena que gloria. Todo normal teniendo en cuenta lo poco puesto que esta sin hacer temporada. Perfilero y echándose el toro para afuera, estuvo por debajo del quinto. Fuerte división cuando salió a saludar. Y Pinar con el peor presentado de todo el encierro, el tercero, que se fue por los suelos, poco pudo hacer. Y con el sexto, en plena bronca, con el toro rodando por el albero, y defendiéndose, pegando tornillazos y con nulo recorrido, la situación era ya insostenible. Abrevió y se acabó la feria. Y acabo mal, como empezó. ¿ No tenía Miura toros para Madrid?
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