Seguro que habrá quien diga, que eso no es torear. Claro, es lidiar, y poder al toro. Para eso hay que jugársela, como lo hicieron los tres valientes de hoy. Hubo un comentario, que salió de los altos del siete sin poder precisar la altura, en que se tachaba la corrida de Escolar de petardo. Nada mas inoportuno que ese comentario, y aún más inconsecuente teniendo en cuenta la feria de donde venimos. Los tres matadores de hoy, fueron unos valientes y unos pedazo de toreros. Colocados, pendientes de la lidia, en torero, Robleño, Castaño y Gómez del Pilar dieron una lección a aquellos que calientan en el callejón como si fuesen deportistas de élite, o se están echando un piti tan tranquilos, como si lo que acaeciera en el ruedo no fuese de su incumbencia. Pero es que no es verdad que no hubiese toreo, lo hubo, y de calidad en los trasteos de los tres. No se si en este toreo actual, lo único importante es ponerse bonito, adornarse con un borrego que lo que te ofrece son embestidas pajunas, ayunas de emoción y sobradas de aburrimiento. ¿Quién se aburrió hoy? El toro no deja.
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