25 de mayo. Corrida de la Prensa

Mucho calor. Lleno. Ocupó una barrera el Rey, al que brindaron los espadas sus tres primeros toros.
Ganadería de Alcurrucen, bien y desigualmente presentados. Mansearon todos en el caballo, siendo soberbios para la muleta, los dos primeros. El primero, con el que confirmó Joselito Adame, se freno en el capote, echó las manos por delante y en las dos entradas al piquero salió suelto, quedando poco picado. Llegó con fijeza a los garapullos y cambió totalmente su embestida. Dos muletazos por alto y le derriba. Faena entregado, valiente y con altibajos en su trasteo, ya que se dejó enganchar los engaños. En el transcurso de la faena, el toro a más y el torero a menos. Estocada que hace guardia y descabello. Ovación para toro y torero. El que cerraba plaza, fue un toro alto que huyo de los capotes y se asomó a tablas, también, aunque con menos clase se dejó en la muleta. Valiente el mejicano, se puso muy cerca, cambió de espaldas varias veces, y tras media caída y tendida, fue ovacionado.
El segundo, coceó, salió suelto de los caballos, se dolió en banderillas, y fue una máquina de embestir a la pañosa. Faena muy aplaudida, en la que para mi gusto faltó temple y ajuste en varias fases de la faena. Los muletazos fueron muy rápidos, y solo en la parte final del trasteo pareció que había algo más de temple. Fue avisado antes de entrar a matar, en el siete de una estocada. Le concedieron la oreja, y al toro le dieron una gran ovación. El cuarto, salió suelto de las dos entradas al caballo. Comenzó la faena sentado en el estribo, derechazos, embiste rebrincado, muchos muletazos. Pesado, le dieron un aviso antes de entrar a matar. Caída y descabello.
El tercero se dejó pegar en la primera y salió suelto de la segunda. Con la cara alta, sin entrega en la muleta, poco hizo Perera. Estocada bajísima y dos descabellos. Se hizo un quite con la muleta en el suelo, tras ser derribado, de igual manera que Joselito Adame. Cornalón fue el quinto, igual de manso que todos sus hermanos, y Perera le pegó muletazos, hasta que el toro se rajó y se fue a chiqueros.
Tras los dos primeros, la corrida fue decayendo, y en el toreo, como todo en la vida, malo es bajar. Subir suele ser mas agradable.