“No hay billetes”. Sol. Tarde agradable.
Toros de Samuel Flores, con los dos hierros de la casa. Tercero y quinto de Manuela Agustina López Flores. El quinto devuelto a los corrales y sustituido por uno de Los Chospes. Mansos, descastados, de impresionantes arboladuras, sin fijeza, ásperos. Huyeron en todos los terrenos, y en todos los tercios de la lidia. El menos malo, el tercero. En fin, para uncirles y a tirar del carro. Alternaron en banderillas en los dos primeros Padilla y Ferrera, dando un mitin para poner en suerte al que abría plaza. Allí estaban todos los banderilleros, los matadores y el toro haciendo lo que le venia en gana. Empezó en el nueve, sufrió desarmes y acabó en la puerta de cuadrillas, después de un bajonazo de marca. Al cuarto, picado por el de puerta en chiqueros, saliendo suelto y luego ya en el ocho haciendo lo mismo, idem de lienzo. Desarmado, a este si, le mató de pinchazo y estocada. Le pitaron, igual que al toro. Ferrera, tuvo sus momentos de gloria en el tercio de banderillas del sobrero. Espectacular, fue muy aplaudido. Mal estuvo con los aceros en sus dos oponentes. Al segundo, le pudo sujetar algo con la izquierda en las rayas del cuatro, y le endilgó un bajonazo de p.p.y w. después de dos pinchazos. Escuchó un aviso en el quinto tras pincharle y descabellarle en la puerta de cuadrillas. César Jiménez, tuvo el menos malo. Salió en tercer lugar, muy abierto de cuerna, y colín. No humilló nunca, como el resto de sus hermanos, pero tampoco huyó al sentir la vara como ellos. Basó la faena en la mano izquierda, con un bonito cambio de mano. Saludó desde el tercio, tras pinchar y media desprendida. Al sexto le paró con muletazos por bajo y al segundo intento de toreo al natural, se fue corriendo. En chiqueros, macheteó por bajo, pinchazo hondo y descabello. Salía la gente de la plaza, igual que los mansos lidiados. No salían, huían.
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