Toros de Pereda y su otro hierro.
Da lo mismo, porque lo mismo es. El descastamiento mas absoluto en una corrida
que solo tuvo fachada. Bien presentada, allí acabó. El lote de Urdiales
infumable, el de Leandro, aun tuvo un pase, empleando una indulgencia para los
bovinos desmesurada. El que cerraba plaza, y que correspondió a Morenito de
Aranda, abrió una luz que se fundió con rapidez. Y de que crisis podemos hablar
ahora. Pues de la que ya llevamos años sufriendo. Falta toro, los ganaderos se
plegaron a las voluntades de los toreros y no son los de hoy los que tiene
culpa, pero pagan las consecuencias. ¿Pudo ver alguien algún fondo de bravura
en lo que salió hoy por chiqueros? ¿Quién puede volver a los toros, salvo
aficionados viejos, que viven de recuerdos? ¿ si hay alguien que haya debutado
hoy en Las Ventas, le van a quedar ganas de volver? Esa es la verdadera crisis.
La que han ido trabajándose todos los que han vivido de este espectáculo. ¡Que
tostón de corrida! Algún capotazo de Morenito en el sexto, un puyazo de Piña en
el mismo y un buen tercer par del hijo de Manolillo de Valencia poco después.
Luego nada, como nada había de sangre brava en una corrida para olvidar. Y que
no me venga ningún tonto con lo del toro de Madrid y demás milongas. ¿ De que
crisis hablamos?
Hasta mañana.
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