martes, 28 de mayo de 2013

28 de mayo. Las mulas no se torean.

Tarde soleada aunque fresca con viento molesto. Menos de tres cuartos de entrada.
Toros de “El Ventorrillo”, mansos, sin casta, raza sí, porque se define por si sola, pero que podían ser mulas y ya no de definiría igual. Bien presentados, aunque desiguales. Casi seis años tenía el quinto.  El tercero repitió embestidas pero sin clase ninguna. El primero y el sexto, se agarraron al piso, el segundo pegó arreones, el cuarto intentó saltar al callejón, además de no tener ninguna fijeza , el segundo se dolió en banderillas, como otros, y desarmó al matador y a un peón. Fue tarde de desarmes, cada dos por tres había trastos en el suelo.
Sergio Aguilar, se llevó las dos mulas mas bastas del encierro. Se las quitó de encima, y a otra cosa. Miguel Angel Delgado, aunque se puso algo pesado en el quinto, en su intento por torear la mula, saludó en su primero, en el que estuvo muy valiente y le despachó de una estocada, siendo avisado. En el que se puso pesado tras tres pinchazos, cogió el descabello y recibió muestras de desagrado. Aviso.  El burraco que salió en tercer lugar, y que correspondió al mejicano Saldivar, por lo menos repitió las embestidas. Empezó la faena con cinco muletazos de rodillas en el centro del ruedo, una buena serie de derechazos y unas bernadinas de infarto, que precedieron a una estocada caída. Muñoz Infante, consideró oportuna la concesión de la oreja y naturalmente la concedió. En el sexto, fue avisado.

Valientes, ninguno perdió crédito y se justificaron. Nada que reprochar a la terna     

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