Salió la de Alcurrucen, y
asomaron la cabeza las figuras. Y hubo oreja. Una, que se cortó al tercero con todas las bendiciones. La
pidieron y el presidente no tuvo mas remedio que concedérsela. Durante la lidia
hubo accidentes. El mismo matador se cayó en la cara del toro, fue revolcado el
banderillero Joselito Gutiérrez y Perera se la cortó. La oreja. Ligó los
muletazos, a costa de echar la pata atrás y tras estocada trasera, la paseó por
el remozado albero. ¿Por qué se tardó tanto en realizar las obras? O, mejor
dicho, ¿Por qué se empezó tan tarde? El festejo comenzó con media hora de
retraso. El monumento hasta la bandera. Confirmó Teruel , torero de dinastía,
ante un torito a modo. Como elegido. Y no estuvo mal. Brindó a público el toro
protestado y poco picado. Se le vió temple, belleza en las formas y falta de
profundidad. Tras estocada tendida, algún pañuelo salió a relucir y saludó
desde el tercio. En el sexto ,”Herrerito” con dos buenas perchas, poco pudo
hacer, ante un toro parado, y que tras media estocada y descabello en la puerta
de arrastre, a las 21:50, nos mandó a casa con algo de frio. Y Castella, como siempre, aunque ayer no se
fuese a los medios a realizar el pase cambiado. Con el valor que tenía este
torero, que bien le hubiese venido, dedicárselo al toreo. No nos hubiese
importado que el de Torrelaguna, San Isidro, hubiese empezado antes.
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