Toros de El Pilar, con justa presentación, todos se cayeron en algun momento de la lidia, salvo el primero, ninguno cumplió en el caballo, salvo el primero, los demás no pasaron de dos picotacitos y los diestros izando capotes para evitar el derrumbe bovino. El segundo se devolvió a los corrales, como deberían de haber sido los demás, y salió uno de Charro de Llen con parecidas prestaciones. ¡Una verguenza! Y la plaza anestesiada y esperando a que saliera el figura de turno para aplaudir apasionadamente. No entienden que si no hay toro, todo lo que haga el torero son cucamonas. Y que aún no se han logrado las corridas de toros sin ellos, sin toros. Y, ¡como viven los picadores de las figuras! Se vuelven a su casa enteros, sin haber dado un palo al agua. Yo en su situación estaría preocupado. Es mas fácil suprimir la suerte de varas que el toro, por esperpéntico que sea este. Mil abonados menos, y un picador para toda la corrida. Hay que suprimir gastos superfluos.
La repetición del espectáculo de ayer, en versión corregida y aumentada. Afición, no quereís caldo, pues tomad dos tazas. De momento, que todavía quedan figurones por venir, y esto a mejor no va a ir.
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