Plumbea

Novena de feria. Catorce de mayo. Casi tres cuartos en tarde nublada y con buena temperatura.

Toros de Flor de Jara, remendados por dos de San Martín lidiados en quinto y sexto lugar. Descastados todos, sosos, mansos y que no hicieron ruido, pero tampoco ayudaron a los espadas en su labor. Robleño, Delgado y Silvetti , formaban el cartel.

 Nublado, triste, el Madrid perdió la liga, otro día feo en Madrid. San Isidro miró por el campo, como no podía ser de otra manera. Y en esta novena de feria, la ilusión del aficionado, estaba enfocada en el ganado a lidiar. Y si malo es, que los veterinarios rechacen toros en días de figuras, imaginable, no lo es tanto, cuando son modestos los que están acartelados. ¿Tienen el mismo listón? O son estas ganaderías las que pagan las culpas del día anterior. Versus ayer. Yo no he visto lo que presentó Flor de Jara, pero si ví las birrias que salieron ayer al ruedo.

Y triste tuvo que ser para los cumplidores matadores de hoy, enfrentarse a toros que pasaban por allí, miraban, embestían de cuando en cuando, o amenazaban con irse a chiqueros. Solo apareció algo de luz, cuando Delgado a su primero, y Silvetti al sexto se perfilaron para la suerrte suprema, dejando dos buenas estocadas. Robleño al primero se lo quito de encima de un metisaca. Los tres lo intentaron, con mayor o menor fortuna, incluso Delgado llegó a saludar tras la muerte del segundo y se justificaron. En ese mismo toro puso un gran par Fernando Sánchez. 

Las capas que lucieron algunos toros, también llevaban el gris, como anuncio, de lo que fue la tarde.