Veintinueve de mayo. Vigésimo segunda de feria con algo mas de media plaza. Respetó la lluvia el discurrir del festejo. Muy largo y pesado se hizo. Eran las nueve y media cuando el personal huía maldiciendo.
Toros de Torrehandilla, Torreherberos y el sobrero de Virgen María. No valieron un duro, flojos, descastados y que no dieron la mínima oportunidad a los matadores. Si salia uno malo, el siguiente peor.
Los tres matadores acababan feria, Luque, Galván y Lorenzo, y poco pudieron hacer, ante un encierro, que siempre fue a menos. El aburrimiento hizo presa en todos los que de una manera u otra tenian que ver en este espectáculo.
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