Uno de junio.Vigesimo quinta de feria. Tarde calurosa con lleno absoluto.
Toros de Victoriano del Río, siendo el tercero del hierro de Cortés. Mansos, blandos, con la presentación justísima para esta plaza. Pero bueno, no es de extrañar tras ver quien se anunciaba. El descaste les hizo buscar tablas en varias fases de la lidia.
Castella, Manzanares y Cayetano acartelados. Una oreja, protestadísima, fue el balance del nieto de Antonio Ordóñez. La faena transcurrió en terrenos del nueve, allí dónde estaban los papelillos, y con un inicio espectacular. Cuatro muletazos sentado en el estribo, de categoría y una trinchera de p.p. y w. Dificil fue mantener ese nivel, ante un toro que se rajó, aunque si hubo muletazos sueltos con alguna entidad. Una estocada trasera, dió paso a la protestada oreja, que entregó el alguacil ante la bronca de la plaza, y que Cayetano trato de demorar su entrega. Se tiró de rodillas en el sexto, a porta gayola, Sin apenas picar, se rajó el de Guadalix y se marchó a chiqueros. Una larga en el quite, levantó aplausos, los mismos que se llevó Ivan García tras llevar a una mano hasta el burladero al manso. También arrodillado, en el siete, comenzó el trasteo. Despegado se fue a los medios, y allí terminó todo. Estocada desprendida y saludos.
Manzanares aburrió soberanamente, y escuchó dos silencios, como el de Castella en el primero, este con aviso incluido. ¿No lleva reloj el frances? Torear el, y ya sabemos que el festejo va para largo. ¿Para que tanta demora? En el cuarto, faena de las suyas. Cambio por la espalda, una regular serie con la zurda y arrimón con pases deslavazados y enganchados. En este mejoró, y en vez de un aviso fueron dos. Saludó, no obstante, entre protestas. Viotti, banderilleó a este toro con soltura y saludó.
Catorce toros han salido al ruedo de este hierro, en esta feria, y si se puede salvar uno, hay que tirar de benevolencia. Parece que le hiciesen las tientas las figuras del toreo, y que además les hiciera caso.
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