Treinta y uno de mayo. Vigésimo cuarta de feria. Tarde calurosa y dos tercios de entrada.
Toros salmantinos de El Pilar. Desigualmente presentados, salieron sueltos, mansearon y no tuvieron fijeza. Con pies en banderillas, en general, no dieron facilidades a los toreros.
Luis David, actuó en quinto lugar, y se llevó el gato al agua. Dió una vuelta , como Colombo, en una tarde en la que al hacer el paseíllo los diestros les faltó la foto finish para llegar a la barrera. Se encontró con un cinqueño, que no humilló nunca. Se dejó pegar en varas, salió suelto y le hizo una faena meritoria, en la que nunca encontró facilidades por parte del morlaco. A media altura le sacó muletazos ligados y remató con una estocada algo tendida. Petición y vuelta. El mismo balance que Colombo, que se tiró de rodillas para dar una larga, banderilleó con desigualdad a un manso que llegó violento y dando cabezazos, en uno de ellos le dejo k.o. al pegarle un tornillazo en la cara. Fue avisado tras una estocada tendida y trasera.
Bolivar se llevó un tantarantan de aupa, en los primeros compases de la faena. Cumplió el toro en el caballo, encastado, no humilló nunca y fue a morir a tablas tras una baja y tendida.
De todo el encierro el mas toreable, y el mas toro, le toco a Galdós, pero pegó un mitin con la espada, por alargar la faena. Tuvo un buen comienzo, alternó muletazos sobre ambas manos, con la irregularidad como tónica. Puso un buen par El Pilo a un toro que como toda la corrida apretó mucho en ese tercio. Juan Bautista, pechó con lo peor de El Pilar, por manso y flojo y además mató mal.
Y del Alamo, representante español, brindó al público su labor, que comenzó por bajo, ganando terreno y ligando los muletazos a costa de un toreo despegado. tras un desarme hubo protestas, pinchó, escuchó un aviso y una media caida remató su labor.
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