Veintidós de mayo. Algo mas de tres cuartos de entrada y tarde mas agradable que en días anteriores, a efectos de temperatura. Toros de Torrealta y dos remiendos, primero y quinto de Hnos. García Jiménez. El Fandi lo pasó mal con el cuarto, un toro encastado con una movilidad endiablada. En general los cuatro de la ganadería titular se movieron y tuvieron fijeza, pero también dificultades. Y hay que picar los toros. Están tan acostumbrados los matadores, a la varita y el picotazo que en el momento en que sale alguno con un poquito de casta, vienen las fatigas. Los de Matilla fueron mas nobles y dulces, sobre todo el quinto con el que Escribano, debió de estar mejor. Le pidieron la oreja y se tuvo que conformar con la vuelta al ruedo. En los dos se fue a porta gayola. Banderilleros los tres, hubo cambios de palos y también en solitario sin alcanzar mucha brillantez, quizás el que puso Escribano por los adentros saliendo del estribo fue el mas meritorio. Y se presentaba en Madrid como matador el mejicano Leo Valadez, que a la postre sería el triunfador, al cortar una orejita de estas que caen por Madrid en los últimos tiempos. Bullidor, variado con el capote, se llevó una voltereta que le va a doler una semana. Este percance y la estocada que recetó al sexto fue la clave de
la concesión. Que siga con esas ganas de ser torero y que le vaya bonito
domingo, 22 de mayo de 2022
Viva Méjico
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