miércoles, 1 de junio de 2022

Morante iluminó el festejo

 Uno de junio. Corrida de Beneficencia, si, aquella de la que se decía en tiempos que era uno de los jueves que relucía mas que el sol. Llevamos ya años que se celebra en jueves y por lo tanto el refrán se ha quedado obsoleto. Acudió el rey de España, acompañado por la emperatriz de Madrid y de Bañuelos, ganadero de bravo. Recibió un gran aplauso cuando salió al palco real. La plaza se llenó hasta arriba, alguna nube nos hizo de parasol y los tres espadas, brindaron su primer toro a Don Felipe. Los espectadores íbamos pensando en la revista que la comunidad editaba para esta corrida y nos quedamos con las ganas. Los recortes también de afectar a esta publicación. Los Lozano, mandaron una corrida justamente presentada, mansa, variada de capas y que se apagaron muy pronto. Morante fue pitado sin razón en el primero, ya que fue el toro que antes echó la persiana. Bueno por el mal manejo de la espada si estaría justificada la mini bronca que se llevó. Luego se resarciría con el apagado cuarto, por el que nadie daba un duro, y cuando cogió la muleta el toro iba y venía con nobleza, dulzura, lo justo para que se confiara el diestro. Como un carretón embistió y aquí sacó el repertorio artístico del que dispone, para elaborar una faena, plena de arte, llena de detalles, si acaso algo sosa de hondura, pero que levantó la plaza. La estocada no fue todo lo efectiva que debiera y tardo en doblar. Se enfriaron las dos orejas y  paseó con parsimonia en la vuelta al ruedo la concedida.


 No estuvo El Juli, al nivel del toro de La Quinta, y además volvió a matar mal. Sufrió  varios enganchones y se tuvo que conformar con saludos en el segundo y silencio en el quinto. Este se lo brindó al torero sustituido, Emilio de Justo, que se encontraba en el callejón. Y Ginés Marín, comenzó por bajo la faena del tercero, dando la impresión de que allí podía pasar algo, pero todo fue a menos, al acortar las embestidas el de Alcurrucen. Y al sexto, que huía hasta de su sombra, se le llevó a chiqueros, para hacerle una larga e insípida faena. Escuchó dos avisos, por no querer descabellar.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario