jueves, 23 de mayo de 2024

Por fin



En esta duodécima de feria, salimos a las nueve y muy poquito. Increíble, acabamos ayer solicitando, implorando, que no se pusieran tan pesados, que lo de los avisos ya pasaba de castaño oscuro y hoy, un día después me dieron la alegría, Ya se que esto no será para siempre, y que incluso hoy se podía haber finalizado tras la muerte del primero. Ya estaba la oreja en el esportón de Talavante y en el de muchos aficionados que agradecen las pelúas mas que el propio torero. Le salió el toro justo para dar unos preciosos muletazos, noble, sin un mal gesto, poco picado y apropiado para enseñar ese toreo liviano, de poco peso y fondo, con el que se vuelven locos los públicos. Ortega se llevó un revolcón feo en el quinto y poco pudo hacer en el segundo. Rufo lució en sus muletazos de rodillas, antes de que el toro se rajara y tuviese que perseguirle por todo el ruedo para acabar dónde empezó. El "No hay billetes" y la formidable tarde que hizo en lo meteorológico, no mereció aguantar el pésimo juego del encierro. Se oyó desde una parte de la plaza aquello de ¡No vuelvas mas, ganadero! Pues, el sábado, o sea mañana, vuelve con La Ventana del Puerto, la otra marca de la casa, aunque sea otra cosa. Lo malo, si es breve como hoy, es menos malo. Si hasta nos dio tiempo a tomar una caña antes de cenar


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