¡Que aburrimiento! (Décima de feria)

Muy nublado, amenazando lluvia. Buena entrada con los habituales claros en los altos del cinco y del seis.
Toros de “El Puerto de San Lorenzo”, bajos de todo. Sin trapío, sin casta y sin fuerzas. Dos de ellos, segundo y tercero fueron devueltos a los corrales, por su invalidez, siendo sustituidos por uno de Carmen Segovia lidiado en quinto lugar, y otro de Salvador Domecq que se lidió tercero. Del tercio de varas, para que hablar.
El Cid, hizo de enfermero en sus dos toros. A su segundo le sacó una serie al natural sin que el toro se cayera. Lo había hecho en el primer picotazo en chiqueros, en el segundo y en banderillas. El ratito que estuvo de pie le dio para eso y para darle una estocada trasera, tendida y caída, mas un descabello, tras una faena larga. Don Trinidad le concedió una oreja. Como no era suya.
Pocos toros saldrán a esta plaza y a muchas otras tan feos como el que iba a salir en quinto lugar, y salió en segundo al correr el turno Perera. Le pegó un volteretón de aúpa, y tuvo que salir en el quinto, con un vaquero. Monísimo, eso sí. Fue avisado, en este, y al sobrero quinto le porfió valentón. Comenzó citando desde los medios y cambiando al toro por la espalda, aguantó algún parón, y se dio un arrimón. Toreo, toreo hubo poco.
Luque, tuvo lo peor de lo peor. Un toraco manso, de Salvador Domecq, en tercer lugar ,al que lo mas destacado que le hizo, fue un quite a la verónica. No tuvo recorrido el manso y lo despachó de una media. El sexto, fue el toro de Guisando, sin fuerza y sin nada. Se movió menos que el caballo de un fotógrafo. Estocada y dobla en el cinco.
Vaya corridita la de El Puerto, y eso que por la mañana le habían descubierto un azulejo, como mejor corrida de la pasada edición. Decía Jorge Manrique, que cualquier tiempo pasado fue mejor. Y en este caso debe de ser verdad. ¿Hay algo mas aburrido que una corrida como esta y que encima duró dos horas y media?