Agua, viento y todos los elementos atmosféricos en contra.
Así se presentó la tarde. Luego fue todo tal cual se intuía. Toros de Guardiola
Fantoni, que sustituyeron a la anunciada
de Peñajara. Corrida cuajada, mansa y bronca y que presentaron muchas
dificultades para los de a pie. Con la cara alta, defendiéndose, sobre todo a la
hora de la verdad. Como sería, que dos matadores, de los que se puede dar la
cara por ellos, a la hora de entrar a matar, pasaron un verdadero quinario para
matar a sus enemigos. A Fundi le echaron
al corral a su segundo, y Uceda pinchó repetidamente en sus dos toros. Muy bien estuvo con la puya Agustín Moreno en
el sexto, al igual que Alberto Martínez con el capote. Rubén Pinar, pundonoroso,
dio algún muletazo aceptable en el tercero, al que remató de un bajonazo,
dilapidando así las opciones de una presunta oreja. En el fangal en que se
convirtió la plaza, todo tuvo mérito, y no seré yo el que escriba algo agrio.
Quizás la suspensión hubiese sido lo mas acertado. Y por lo que sea, la feria
sigue yendo en picado. Y no se ve, el momento de que se levante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario