Toros, así se llamaba antes a estos mamíferos que se criaban
en las dehesas y que tenían dos cuernos. También embestían y creaban emoción,
con sus diversas reacciones. ¿Que animal
y que nombre se podría poner a estos bichos que también tienen dos cuernos y
que han elaborado los ganaderos? Ni embisten, ni emocionan, ni reaccionan. Son
entes, ¿cruzados con que? ¿Quién dirige los designios de cada ganadero? ¿Cómo se
tienta y que se selecciona? ¿Tanto poder tienen los toreros, para que los ganaderos
no sean capaces de dejar algo de casta en sus tentaderos? ¿Se podrá recuperar
esa casta? Si no fuera posible, que se acabe la fiesta. Así no se mantiene
esto.
Bueno, que hoy en Madrid, saltaron seis bichos de esos, de
la ganadería de Torrestrella, que naturalmente, eran monísimos, guapos, unos
mas que otros, eso si, y que como ha sido siempre, fueron picados,
banderilleados y muertos a estoque. Los actuantes, magníficamente vestidos para
la ocasión fueron : un francés Juan Bautista, un español de Alcalá de Henares,
Matías Tejela, y un mejicano, El Payo.
No voy a contar ningún chiste, que para eso estamos. Tejela, dio una
vuelta al ruedo, quizás podía haber estado mejor. Juan Bautista, estuvo pulcro
y aseado y El Payo no estuvo.
Los que estuvieron se mojaron, ya que por primera vez en
esta edición, apareció el agua.
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