sábado, 18 de mayo de 2013

10ª de feria. Decepción


Toros de Victorino Martín. Descastados, mansos, de justa presencia. Lleno de “No hay Billetes” en la corrida que mas expectación había despertado. Tarde desapacible, con viento molesto.
Era la corrida de la feria. Una figura, seis toros de una prestigiosa ganadería, en la que todavía confiaba el aficionado, y que ha salvado abonos enteros, en años pretéritos. Las decepciones en este caso son dobles. Demostrado está, que tres puntos determinan un plano. Dicho de otra manera, para sujetar una mesa, hacen falta un mínimo de tres patas. Toro, torero y público, son los encargados de sujetar la mesa de la fiesta. Volvió a fallar, como casi siempre el toro. Lo mas importante, lo primordial. Y en otras tardes, y en esta plaza, cuando falla el ganado de una ganadería en la que todavía tiene esperanzas el aficionado. Apaga y vámonos.
¿Si nos falla Victorino, en quien podemos poner nuestras esperanzas? Vamos a tener que reconocer que lo de sangre Domecq, es indispensable. Que sin ello no podremos ver torear. ¿Dónde estaba la casta, de la corrida de hoy? Que petardo, Victorino. ¿Tendremos que pensar que la ganadería está así en la actualidad, o ha sido un espejismo, una mala tarde?
Talavante se aburrió, y aburrió a todos. Solo un destello en el tercero, en dos tandas de naturales, que por un momento pareció que iban a levantar la tarde. Y el aburrimiento del público ya es continuado ,y la feria cumplida la mitad tras tres corridas de figuras ha entrado en barrena.
¿Crisis de público? Llenó la plaza. Crisis de dos de las patas de la mesa. Toros y toreros. Decepción absoluta 

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