Un domingo mas.

Como ha venido ocurriendo en esta feria de San Isidro, en la que entramos en la última semana, los domingos han sido de sobreros. Hasta tres hierros hicieron falta para completar la corrida. A los anunciados de Montealto, se añadieron los de Julio de la Puerta lidiados por El Capea en primer y cuarto lugar, y el que cerró plaza de El Ventorrillo, lidiado por Sebastian Ritter, que le hizo pasar fatigas en el último tercio. Del  hierro titular segundo y tercero se acabaron muy pronto, llegando a la muleta sin recorrido. El quinto proporcionó el triunfo a Alberto Aguilar, que cobró un estoconazo, que por si solo valía la oreja. Había muleteado antes con solvencia, destacando en dos series al nattural. A Ritter le dieron los tres avisos, en el mismo momento en que pegaba el enésimo descabelllo. Estuvo muy desafortunado y no se acopló, mostrándose muy encimista y sufriendo muchos enganchones. Es de los toreros que desperdician el valor que tienen, pareciese que solo está a gusto metido entre los pitones. Capea, estuvo aseado toda la tarde y pasó por Madrid sin dejar huella.