viernes, 6 de junio de 2014

Vaya tela.

Un corridón de toros mandó Victorino. De impecable presentación, todos fueron aplaudidos nada mas aparecer por chiqueros. Cumplieron con los montados, y tuvieron gas para dar y tomar. Si se quiere decir que fue una corrida a la antigua, así se podría considerar. Les falto humillar, pero llevaron la emoción a los tendidos. Esto que vimos hoy también es la fiesta de los toros y a los que solo piensan en la toreabilidad, en el sentido de dar pases y gustarse, evidentemente no fue su corrrida. En festejos como los de hoy la plaza se posiciona por el toro y deja de lado la labor de los diestros. El reconocimiento a estos no debe de ir  en demérito de los toros y viceversa. En una corrida tan dura como fue la de hoy, los matadores lo pasaron mal, porque este tipo de toro ya no sale. Para ellos por suerte y para el aficionado por desgracia. Este tipo de toro, además de acrecentar la leyenda de una ganadería, que llevaba varios años en entredicho es necesario que salte a los ruedos. No es ninguna sorpresa para quien haya visto lidiar las alimañas de Victorino, el juego de las reses que se lidiaron hoy, lo raro es la dulcificación con la que llevaban años saliendo. Duros de patas, ni uno besó el albero y seguro que los que empezaron a matar toros de esta ganadería hace cuarenta años, habrán recordado y envejecido al ver este regreso. ¿Injustos con los toreros? Pues si y no. ¿Cuantas veces se han visto, todos los toreros que hay en activo, con una corrida así? No seamos malos, y no hagamos comparaciones, pero los diestros que hoy hicieron el paseillo, pueden estar bien orgullosos, de haber sido ellos los que pasaportaron una corrida  tan exigente para ellos como para el conocimiento de muchos espectadores, que extrapolaron la emoción derivándola a un todo vale porque los toros se movieron, en detrimento de los toreros. Cuando el toro, salta al ruedo, si, el toro, los toreros son héroes y se les juzgará por su labor, pero nunca se desprenderán de esa condición. Los de ayer. Uceda, Ferrera y Aguilar no estuvieron todo lo finos que el espectador podía esperar, mas estuvieron alli. Y seguro que lo cuentan, y haran bien, porque solo por ese hecho, ya cumplieron. A mi no me importó volver a ver una corrida de este tipo y pelaje.


  

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