Espada, contra su espada

Tercera novillada y decimoctava de feria. Veinticinco de mayo. Buena tarde, con ausencia de viento, y temperatura agradable. Dos tercios de entrada.

Novillos de El Montecillo y dos lidiados en segundo y sexto lugar de Dolores Rufino Martín. Según se oía en la plaza en el reconocimiento veterinario hubo sus mas y sus menos. Novillos rechazados que hubo que cambiar por otros que el ganadero no quería. El caso es que salió una corridita de toros, y sin ser malo, deberemos pensar, que los veterinarios que reconocieron el encierro no serían los mismos que vieron alguna de las corridas de la semana pasada. Los novillos, fueron mansos, deslucidos y con peligro. Noble el sexto.

Lo que iba a ser una terna se quedó en una encerrona para Espada, que tuvo que estoquear los seis que salieron por chiqueros. Martin Escudero, quiso hacer las cosas bien ante un ejemplar que no se lo merecía. Las ganas de hacerlo bien le jugó una mala pasada. Volteado, se fue para la enfermería para no salir. Y en el tercero, Galdós, con el capote sufrió un voltereton espeluznante cayendo de muy fea manera. Así que Espada liquidó al primero, mató el que le correspondía por turno y luego ya todo para el. El ambiente en la plaza se hizo tenso, y mas viendo que novillo tras novillo, presentaban. mas dificultades. En el cuarto se fue a porta gayola, con la plaza sobrecogida, le pasó de muleta con mérito y tras pinchazo y estocada caida le cortó la oreja. También se la pidieron en el quinto, pero es que el espadazo cayó bajo y además se fue de la suerte al ejecutarla. ¡Y probablemente hubiese mayoría! Dió la vuelta al ruedo. Claro, se llevó la bronca Trinidad. Y al sexto, el mas noble en la muleta, le brindó a Don Máximo, recibiendo una gran ovación. A este toro le puso un gran par Raul Adrada. Le entraron una prisas por matar y le endilgó una chalequera. Siempre se ha dicho que las prisas, para los ladrones y los malos toreros. No es el caso pero si el dicho. Espada estuvo hecho un tío, y dió lustre a un festejo, que tuvo al público en un !ay¡.