Una pena

Madrid. Plaza de toros de Las Ventas. Tarde espléndida y unas veinte mil personas en los tendidos.

Emilio de Justo como único espada y protagonista de la gesta. No pudo ser, ya que el toro de Pallares le propinó una voltereta, de la que salió con fractura de vertebras. Los mas pesimistas piensan que adiós a la temporada pero la caída, vista desde el tendido, se asimilo a la de Julio Robles, con la consecuencia fatal que todos conocemos. Había estado muy bien con este primero, que se fue sin picar, al romperse la  vara del piquero en la segunda entrada y cambiar el tercio el presidente. Brindis al cielo y con la izquierda sin probaturas le pegó dos buenas series para pasar a la diestra, de la que salió el toro distraído. Vuelve a la zurda con un pase de pecho de usía. Escarbó la res antes de entrar a matar. Tendida, trasera, revolcón y a la enfermería. Oreja que no paseó la cuadrilla.  Cinco toros por delante para Alvaro de la Calle y el pesar y la intriga de como podía responder el salmantino. Y cumplió en el sentido de que los mató, que ya era bastante. Tuvo un cuarto sensacional, "Duplicado" nº 145, cárdeno salpicado, cinqueño con 556 kg. de la ganadería de Victoriano del Rio al que se dio la merecidísima vuelta en el arrastre. También el torero se dio el mismo paseo a pie. La lidia por parte de la cuadrilla, fue perfecta desde el picador, Oscar Bernal, pasando por Chacón en la lidia y Revuelta y Arruga con los palos. En general todos los de plata rayaron a buen nivel.

A las ocho y media salimos de la plaza, con esa sensación de frustración al no poder ver lo que llevabamos en mente y después con el conformismo que nos dejó la actuación del sobresaliente. 

Una pena, para el torero herido, en una temporada que se presentaba de lujo.