Talavante salió por la Puerta Grande de Madrid, tras cortar dos orejas al cuarto de la tarde. Otro toro, que fue muy bueno en el último tercio, que es de lo que se trata. Allá penas si pasa por el caballo como si tal cosa, si el recibo capotero es lo justo, si no hay lucimiento en el segundo tercio... ¡que mas da! ¿Eran merecidas las orejas pedidas con tanta pasión? Se las dieron y ya está. La faena fue mas preciosista que profunda y si es cierto que alguna protesta hubo tras la concesión. El caso es que hubo puerta grande, la sexta del extremeño, y la gente salió contenta, no tanto la escasa afición que acude, aunque se llene la plaza. Flojo estuvo Ortega, aunque una media verónica fue un fogonazo de clase y torería. Y Clemente que confirmaba, salvó el pellejo de milagro en el toro de la confirmación, que le zarandeó de muy fea manera.
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